miércoles, 3 de abril de 2013

Un hueco en el espacio virtual

“¿Cuántos blogs se abrirán en la Red diariamente? Cada día que pasa es más fácil enseñarle al mundo entero tus pensamientos, tu vida, todo lo que se te ocurra. Cada día que pasa es más improbable que el mundo se entere” estas frases que se recogen del libro El blog del Inquisidor de Lorenzo Silva nos plantean la idea de cómo las nuevas tecnologías han cambiado la forma de comunicarnos.



Nos encontramos en un momento que la red invade nuestra vida. Permanecemos conectados a Internet las 24 horas del día. Eso ha hecho que nuestros pensamientos se plasmen en esta herramienta, dejando atrás el tradicional diario de papel, guardado con llave en el rincón más incógnito de la habitación. Mostramos nuestros pensamientos al mundo y queremos dar a conocer nuestra particular visión de la esfera pública. Queremos formar parte de la comunidad virtual.

Pretendemos tener un espacio propio en la inmensidad de la red. Cuando publicamos un post, se nos pasa por la cabeza la idea de “alguien lo leerá” y tenemos la esperanza de generar críticas, comentarios, “me gustas” o tuits, porque nuestro fin es tener presencia en ese mundo virtual, que lo acapara todo. Que traspasa fronteras y olvida las distancias.

Además, a través de este espacio personal, damos forma a quién queremos ser y cómo queremos que nos vean. Por ello, no sólo lo que decimos conforma nuestra identidad, sino, también, la forma en que lo decimos. El cómo presentamos al mundo nuestros pensamientos influye en la percepción que tienen los demás sobre nosotros.

Publicamos para comunicar porque la comunicación es una necesidad. Pero la red ha cambiado nuestra forma de comunicar, de relacionarnos. Además, la comunicación no verbal se transforma. En Internet, no podemos comunicar con nuestros gestos o nuestra forma de vestir, sino que comunicamos con la foto elegida para nuestro avatar o con los colores que utilicemos en nuestros blog personal. De esta forma, generamos y analizamos, como  recoge el libro El blog del Inquisidor, “demasiada capacidad de cálculo; de producir y procesar información” (Silva, 2008).
Lo cual hace que lleguemos a un momento en el que no podemos saber de todo. Hay tanta información en la red, que no alcanzamos a tener consciencia de lo que circula por Internet. Por tanto, tenemos que elegir. Y al seleccionar un determinado contenido, estamos descartando otro. Dejamos atrás información que nos podría ser útil. Se produce así un colapso de conocimientos, nosotros mismos nos atragantamos con nuestra propia información.

Por ello, la sociedad debe adaptarse a los nuevos cambios, debe saber leer en la red. Se debe fomentar la alfabetización mediática si queremos que la comunicación siga teniendo sentido y no se pierda.
Vídeo sobre la alfabetización mediática

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